Pacto de estabilidad del Euro pisoteado

Uno de los motivos por los que la zona de la moneda única ha devenido en Eurocaos es porque el Pacto de Estabilidad del Euro fue pisoteado. La inclusión en la moneda única implicaba cumplir unas normas entre las que destabaca el que ningún país pudiera superar el 3% de déficit público anual. Otro punto importante es que la deuda pública no superara el 60% del PIB. 

Era lógica esa limitación por cuanto al ser una divisa común a todos los miembros, si uno de los países se desmandaba, las consecuencias acabarían recayendo sobre todos, como ha sucedido.

En 2005 eran doce los países que formaban parte del Euro y ya empezó a no cumplirse el Pacto de Estabilidad. Curiosamente, fueron Alemania y Francia, las dos primeras economías de la moneda única, las que buscaron argucias para no respetarlo.

Alemania alegó que se estaba haciendo cargo del desastre que había dejado el socialismo en la Alemania Oriental. Tenía su fundamento pero sembró la semilla del incumplimiento. Francia se apuntó al carro diciendo cosas como que no importaba que superase el 3% cuando se trataba de proyectos a largo plazo.

Y así, uno tras otro, el Pacto de Estabilidad acabó siendo papel mojado. Y en vez de verse la gravedad de no cumplirlo se fue aceptando que otros países  se incorporasen a la moneda única sin que tampoco cumplieran dicho Pacto de no endeudamiento público.

Naturalmente esa condición no fue puesta ahí por capricho. Al ser la moneda única no controlable por ningún país en particular, el que se viera atosigado por una crisis no podría devaluar su moneda como solía hacerse para ver de recuperar competitividad. 

En realidad, ese límite de gasto público era una salvaguarda para el club de la moneda única pero también para cada uno de los miembros del club. Era una disciplina necesaria que incitaba a que los gobiernos no despilfarraran el dinero público en cosas no productivas. 

Al pisotear esa clausula se llegó al final a lo que en este blog se llama el Eurocaos. Unos contra otros, los prestamistas y los deudores, los ahorradores y los despifarradores. Es como una familia donde unos tratan de ser sensatos y otros son unos viva la Virgen: hay conflictos necesariamente.

Los izquierdistas se aprovechan del desconcierto proclamando mantras como que la culpa es de Merkel, Alemania y el neoliberalismo, como si el despilfarro habido en las Cajas de Ahorro españolas gestionadas por los poderes políticos  de todo color  y los sindicatos fuera culpa del exterior, por poner un ejemplo entre los muchos que hay de dispendio de dinero público. 

En 2014 ya son 18 los países que forma parte de la Eurozona y muchos, sobre todo los conocidos PIGS, tienen problemas de contención del déficit público. Después de años de no contener dicho déficit se ha creado un clientelísmo en esos países y una forma de hacer política que dificulta el volver al dicho Pacto de Estabilidad.